Reseña
En Canibalísmico (Nova, 2014), el primer libro
de Cristian Acevedo, me encontré
con una manera de relatar muy diferente a lo que venía leyendo. La narrativa se
desarrolla en segunda persona y la introducción a los cuentos comienza como si
el autor y el lector estuvieran por empezar un juego de mesa: fichas, cartas y
personajes que se acomodan por sí solos gracias a la creación de los mismos. Un
fino escenario de película donde en cada página se recibe la información justa
para zambullirse en el terror, el misterio y por sobre todas las cosas, en sus
historias retorcidas.
Cuando te recomiendan un libro de relatos, uno
piensa o supone que los puede mechar con una novela o leer de a uno, cada tanto,
cuando tenemos un tiempito; pero no, en Canibalísmico eso no pasa, entre final
de uno y el inicio de otro hay una conexión hábil y certera que es la prosa de
Acevedo: lo devoré, literalmente, y no porque soy una fanática de los cuentos
de terror, sino porque no podía dejar de leer las ocurrencias que estaban
escritas en esos once cuentos.
Si bien, como puse más arriba, los cuentos están
escritos en segunda persona, él te hace sentir como si estuvieras ahí, leyendo
todo en primera fila. Esta lectura se siente como si fueras la dueña de la
maqueta de una mansión lujosa, esas que uno puede jugar a ser Dios, mirando
todo lo que pasa entre una habitación y otra.
Recomiendo el
libro desde la primera hasta la última página, pero por sobre todo los invito a
leer lo que para mí son los mejores cuentos: «Perdura, oscuridad», «Pobre
infeliz» y «El Matagemelos».
De paso les contamos sobre un proyecto de Cristian Acevedo que está gestándose en www.idea.me.
La editorial Baldíos de la Lengua y el autor los invitan a colaborar con la publicación de
La sonrisa del rottweiler
«Quince cuentos donde descubrimos que la peor pesadilla
transcurre durante la vigilia. Apenas una escena corriente, un diálogo que
fluye en apariencias banal, para que el lector perciba cuán perturbadora puede
resultar la verdad si se observa con detenimiento. El horror de lo cotidiano».
Con una pequeña colaboración se pueden hacer con La sonrisa del rottweiler y de paso, logramos que un buen libro esté en la calle, y en nuestras casas.
Para colaborar haga clic AQUÍ
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